Cuando le puse el nombre a mi blog no la conocía, pero esta fantástica escultura de Martín Chirino se llama exactamente "Crónica del Viento". La reproduzco aquí como homenaje a ese gran escultor español. Mi queridísima amiga KT diseñó la imagen de la cabecera. Se lo agradezco con todo mi cariño.

martes, 26 de octubre de 2010

A la espera



El viento a veces sopla en contra de la marcha 
y nos cuesta avanzar del modo que querríamos.
La salud, el trabajo, las cosas de la vida
pueden también aliarse para crear problemas,
obstáculos y líos. Sólo nos queda entonces 
adaptar nuestra marcha y, si eso es necesario,
detener nuestros pasos, buscar un buen refugio
y hacer tranquilamente un alto en el camino 
para asumir el hecho de que el rumbo marcado 
debe afrontarse ahora de una forma distinta.
La vida nos ofrece sorpresas cada día 
y aquello que parece dificultar las cosas 
puede ser la ocasión de corregir el rumbo 
y tomar nuevas fuerzas, renovar ilusiones,
retomar nuestros sueños y seguir el sendero 
con un impulso nuevo hacia nuestro destino.


V. K.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Llega el final



Tragados por la tierra y enterrados
bajo una eternidad de roca y tierra,
en una cárcel húmeda y caliente,
pasaron muchos días sin saber
lo que ocurría afuera y sin embargo
nunca dejaron que les invadiera
la desazón ni la desesperanza. 

Sólo después de diecisiete días
interminables les llegó por fin
la luz, un bello brote de esperanza
y un país entero se volcó por ellos,
para salvar los sueños y el futuro
de treinta y tres familias conmovidas
por lo que pudo ser una tragedia,
pero al final se convirtió en milagro.

En la angustiosa espera del final,
a pocas horas del ansiado abrazo
vuela mi alma a Chile, patria hermana,
vibra mi ser entero con el ansia
de que todo termine con fortuna
y que esos hombres fuertes recuperen
su familia, su patria, su alegría,
sus sueños, su ilusión y su esperanza.


V. K.

martes, 5 de octubre de 2010

Temporal



El viento sopla y silba entre las ramas,
arrecia el temporal, la lluvia cae
como una manta que se lleva el polvo
de los caminos y lo anega todo.
El fragor contumaz de la tormenta
se mete por los quicios y atraviesa
las puertas y los muros de las casas.

Un temporal violento  y desbordado
me agita el alma, dentro, al mismo tiempo,
un huracán formado por recuerdos
y retazos perdidos de mis sueños,
un vendaval que inunda el sentimiento
como la lluvia y la tormenta empapan
los campos, los caminos y los vientos.


V. K.