Cuando le puse el nombre a mi blog no la conocía, pero esta fantástica escultura de Martín Chirino se llama exactamente "Crónica del Viento". La reproduzco aquí como homenaje a ese gran escultor español. Mi queridísima amiga KT diseñó la imagen de la cabecera. Se lo agradezco con todo mi cariño.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Para entendernos




Para entender la forma en que tú sientes
debo saber primero comprender
mis propios sentimientos.
No basta con decir que me comprendes
si apenas sabes lo que yo percibo
como tu sentimiento. Lo primero
es entender el sentimiento propio
para poder sentir y comprender
la pena y la alegría de los otros.
Por eso nunca sobra ni es errado
mirarnos el ombligo y no olvidar
que no tiene sentido lamentarse
de la paja que hay en el ojo ajeno
sin percibir la viga que nos ciega
por llevarla en el nuestro.


V. K.

lunes, 19 de noviembre de 2012

La distancia que duele




La distancia que mide lo lejos que tu cuerpo
se encuentra de mi cuerpo no es distancia que duela.
Me duele más la forma en que algunos que pasan
cada día a mi lado me ignoran y desprecian.
Puede ser que prefiera el roce de tu piel
a tan sólo el recuerdo o la imagen lejana.
No es que no sienta a veces nostalgia de tu aliento
ni que no ansíe el roce de tus labios rosados,
pero siento a diario a tu alma cercana,
no importan los kilómetros, los montes y los mares
que están entre nosotros pues siento tu cariño,
tu emoción y tus sueños se meten en mis sueños
cuando siento en la noche el tacto de tu alma.


V. K.

domingo, 11 de noviembre de 2012

El abrazo del sueño




Cuando el día se acaba y cae la noche
después de una jornada agotadora
anhelo la caricia de las sábanas,
relajar cada músculo del cuerpo,
entregarme a los brazos de Morfeo
y tenerte en los míos en mis sueños.


V. K.

sábado, 3 de noviembre de 2012

El tiempo y el cariño



Pasa el tiempo, los días, los meses y los años
y el cariño perdura, pero el tiempo transcurre
para ti y para mi a un ritmo diferente.
La forma en que el recuerdo deforma la memoria
depende del sentido que tenga cada instante
y tu amor y mi amor, verdaderos y ciertos
los sentimos los dos de maneras distintas
según cada momento, según como vivimos
el día, la estación, la mañana, la tarde,
el otoño, el estío, la alegre primavera
y el frío y largo invierno.

El alma también tiene su edad y su estación,
sus horas y sus días, sus años y sus tiempos
y según la alegría, el amor y el cansancio,
el tiempo pasa largo, melancólico y lento,
o alegre y saltarín o sosegado y tierno.
Por eso yo te quiero cada día de un modo
y hasta a veces me alejo o me aparto o me cierro
y lo mismo te ocurre, según sea tu tiempo,
el tiempo de tu alma, el aire de tu viento.


V. K.