
Estar de vacaciones nos permite
cambiar la percepción y la conciencia
del ritmo de las cosas, ser consciente
del transcurso del tiempo.
Qué bueno es tener tiempo, tener paz
y poder meditar sobre las cosas
que normalmente apremian con más calma,
tener tranquilidad, tener sosiego.
A los que no descansan casi nunca
les recomiendo que hagan lo posible
para poder hacer, aunque sea breve,
una pausa, un descanso, una parada
y a los que pueden descansar, sugiero
que no se empeñen en llenar las horas
de actividades y de movimiento,
que mediten, reposen y disfruten
tranquilamente, en calma.
V. K.