Cierro los ojos y al dormir recuerdo
la luz de tu sonrisa, tu piel color canela y los queridos
contornos de tu cuerpo.
Hay recuerdos que hacen sonreír
y sonrisas que no se olvidan nunca,
pues el cariño marca y la alegría
no puede olvidarse.
Quiero decir bien alto mis deseos
a la noche y al viento y a los sueños,
que siento cada palmo de tu piel
inundando mis versos.
A ti, que estás leyendo mis palabras
te mando mi cariño con el viento
y te agradezco que leyéndolas
sientas lo que siento.
Amo la vida dócil y tranquila,
sin sobresaltos, pero con la sal
de la emoción sincera y la pasión
por conquistar los sueños.
Con el cuerpo cansado y el corazón despierto,
la noche llega y el descanso llama,
pero aún me queda voz
para decir al viento:
Los recuerdos son savia
para dar fuerza al alma
y el corazón se alegra
de que nos acompañen
en los momentos lánguidos.
Amo el tacto gozoso de tu pecho rotundo,
tu sonrisa de luz, el calor de tu abrazo,
la caricia deseada de tus húmedos labios.
Deseo de tu piel cada palmo, la luz
de tu clara mirada, tus labios abiertos
y se me enciende el cuerpo
con sólo tu recuerdo.
V.K.
