Hace ya tiempo que publiqué por primera vez estas líneas, pero dada la fecha que se celebra hoy, creo que nunca está de más el recordarlas.
V. K.
El amor auténtico es la antítesis de la posesividad que genera los celos que a su vez desembocan en la aberración, por desgracia tan frecuente, de agredir y hasta matar a una persona a quien se dice amar.
Si de verdad somos humanos tenemos que aprender a amar a las personas como son y no a querer hacerlas nuestro mero juguete, por inseguridad, por miedo a la soledad, por querer hacer nuestro a quien amamos, con lo que dejaría de existir lo que amamos, lo suyo que hace que sea quien es.
Por eso, no concibo un amor que limita, somete y aterroriza, sino tan sólo ese amor que nos deja ser como somos...
Como decía Salinas:
"Dame tu libertad.
No quiero tu fatiga,
no, ni tus hojas secas,
tu sueño, ojos cerrados.
Ven a mí desde ti,
no desde tu cansancio
de ti. Quiero sentirla.
Tu libertad me trae,
igual que un viento universal,
un olor de maderas
remotas de tus muebles,
una bandada de visiones
que tú veías
cuando en el colmo de tu libertad
cerrabas ya los ojos..."
Por eso, no concibo un amor que limita, somete y aterroriza, sino tan sólo ese amor que nos deja ser como somos...
Como decía Salinas:
"Dame tu libertad.
No quiero tu fatiga,
no, ni tus hojas secas,
tu sueño, ojos cerrados.
Ven a mí desde ti,
no desde tu cansancio
de ti. Quiero sentirla.
Tu libertad me trae,
igual que un viento universal,
un olor de maderas
remotas de tus muebles,
una bandada de visiones
que tú veías
cuando en el colmo de tu libertad
cerrabas ya los ojos..."