Cuando le puse el nombre a mi blog no la conocía, pero esta fantástica escultura de Martín Chirino se llama exactamente "Crónica del Viento". La reproduzco aquí como homenaje a ese gran escultor español. Mi queridísima amiga KT diseñó la imagen de la cabecera. Se lo agradezco con todo mi cariño.

martes, 31 de agosto de 2010

La muerte inesperada



Hay vidas que se apagan lentamente,
que nos van anunciando poco a poco
la llegada del fin, que nos dan tiempo
a acostumbrarnos antes de que llegue
a la certeza de que no estará
más tiempo a nuestro lado una persona
que nos ha acompañado por la vida.

Hay también otras vidas que terminan
de forma repentina y traicionera,
con el golpe certero, inesperado,
de una muerte violenta o con la súbita
aparición de un mal que se escondía
agazapado dentro de nosotros,
dejándonos vivir sin más problemas.

Hay personas activas, vitalistas,
llenas de vida y alegría, sanas
en apariencia, que de pronto encuentran
un fin inesperado y es entonces
cuando cuesta creer que se termine
una vida que ayer era tan plena…

y al final, aunque el golpe de la muerte
es más seco y más fuerte es también cierto
que nos permite recordar la vida,
la alegría, las risas y los sueños,
la plenitud y el gozo de la vida
y no un final más lento de agonía,
angustia amarga, lágrimas dolor,
tristeza y sufrimiento.


V. K.

lunes, 23 de agosto de 2010

Pasan los años



Los años pasan, la vida transcurre
y nos hace olvidar las ilusiones
de aquella juventud llena de sueños,
que va quedando atrás, inexorable,
abrumadoramente superada
por esa realidad que es nuestra historia,
nuestro paso implacable por la vida.
Irremediablemente relegadas
al profundo cajón de la memoria,
aquellas ilusiones juveniles
dejan paso al descanso y al tranquilo
discurrir de los días, a la calma
de una edad más pausada y más madura.
A veces, sin embargo, por encanto,
la chispa inesperada de un recuerdo,
una foto olvidada, unas palabras
escritas en el margen de un cuaderno
nos hacen revivir aquellos años
en que la vida era tan sólo suma
de proyecto y deseo, nos despiertan
y nos hacen sentir las ilusiones
que llenaban de gozo nuestros sueños. 


V. K.

lunes, 16 de agosto de 2010

Calor



El calor del verano agobia y adormece
y al mismo tiempo enciende la sangre y los deseos.
Descansar bajo el sol, olvidar los problemas
del trabajo diario, de la vida, los sueños
que no hemos alcanzado, la ilusión imposible...
Todo ello es medicina para el alma y el cuerpo,
hundirse en el calor y en la brisa tranquila
de una tarde de sol perezosa y amable,
sentir que nuestros sueños siguen siendo posibles...
pero ese calor dulce, acogedor y amigo
no es nada cuando pienso en el calor más vivo
que hace bullir la sangre, que me recorre el cuerpo
y que enciende las luces del alma y del sentido,
el calor de tus brazos, de tu cuerpo divino.



V. K.

domingo, 8 de agosto de 2010

Cuando el cuerpo no aguanta




Hay veces que parece que nos faltan las fuerzas
y que cualquier esfuerzo nos deja sin aliento.
Hay momentos de agobio, de cansancio y desánimo
en que no vemos forma de seguir adelante.
Los años dejan huellas y el cuerpo se resiste
a luchar por aquello que nos mantiene vivos
y a vencer la pereza, el cansancio y el tedio.
Sin embargo el espíritu es más fuerte que el cuerpo
y si tenemos metas, ilusiones y sueños,
si estamos convencidos de que aquello que hacemos
es algo provechoso y que tiene sentido,
al final extraemos la fuerza del desánimo,
la ilusión de la pena, la alegría del tedio
y encontramos la forma de seguir trabajando,
caminando y luchando, creando y construyendo.



V. K.